jueves, 3 de julio de 2014

Chapter 32

El regreso a Londres

(Narra Eli)

Por un momento estuve por decirle un “Sí, llévame dónde tú quieras”,  es que era tan deslumbrante, tan caballeroso, tan divertido, tan ÉL! Sí, reconocía que no tenía la más mínima idea de quién era, pero sí de que era un completo desconocido.

-         VENGA ELI, QUE HAY QUE DESMELENARSE! – me decía mi conciencia.
-       Pero… y Niall? – me decía a mí misma.

Lo sentía por ese bombón que tenía delante, pero yo no era amiga de las fugas, ni de dejar a los amigos y mi chico a un lado por un lío de una noche.

-         Mmm… Otro día será J - Le di un beso en la mejilla y volví con los chicos.
Uff! Faltó poco para sacar mi lado más salvaje e indomable, pero me lo reservaría para otra ocasión más adecuada, o séase, NIALL.


(Narra Niall)

-         Decidido. Voy a buscar a Eli para bailar. Está tardando mucho y no me fio de ninguno de los que hay por aquí – pensé.

Agarré mi copa y me levanté de aquel sofá de cuero, tan cómodo, con ímpetu. Iba tan rápido que ni me percaté de que me había chocado con la mismísima Eli que me miraba ahora con cara de un “Te mato” rotundo, al ver su vestido impregnado de cóctel de pomelo y piña con alcohol.

-         ¿QUÉ TE PASA HOY? ¿NO SABES HACER OTRA COSA QUE CAGARLA? – me chilló haciendo sufrir a mi oído – Nos vamos. Bueno, mejor dicho me voy! Parece que esta noche todos se lo están pasando bien menos yo.

Justamente aparecieron Daniela y Harry abrazándose y soltando alguna que otra risa, obviamente, no por el incidente que provoqué.

-         Ey, Eli, Eli ¿Dónde vas? – salió Daniela tras ella.

-         ¿Qué le has hecho ya? – me preguntó Harry como si él nunca hubiera roto un plato en su puñetera vida.

-         A TI QUE TE IMPORTA?! ME VOY! YA ME HE CANSADO DE TANTA FIESTA! – estallé como una olla a presión. No me importaba lo más mínimo que la gente me observara, porque LO HACÍAN.

-         Niall, espera, pero,  ¿Con quién te vas? – le oí decir cuando me alejaba.

Llamé a un taxi sin perder un segundo y regresé al hotel a encerrarme en mi habitación sin querer ver a nadie más hasta por lo menos la hora de comer, ya que, al fijarme en el reloj de mi muñeca, eran las 7:00 de la mañana.

Al girar para atravesar el otro pasillo, donde residía mi habitación, me pareció ver una chaqueta muy familiar, un chico joven que se tambaleaba un poco.

-         LOUIS? ¡¿Qué haces tú aquí?! – solté.

-         ¿Qué? – se giró. Sí, era él e iba como una cuba – Niall, amigo, has ligado con alguien esta noche? – susurraba en palabras casi imposibles de entender por su voz tomada, tras el efecto de la borrachera que se había pillado.

-         ¿Puedo dormir en tú habitación? – aproveché, no me diría que no, con el pedo que llevaba…

-         A ver, vamos a ver – puso cara de gilipollas, señalándome con el dedo – pero tú no habías ligado? Pues vete con la tia que te has buscado, hombre! – Y dale  ._.

-         Louis, espérame aquí, que voy a pasar a por unas cosas – abrí la puerta de mi habitación y después nos dirigimos a la suya, que por cierto, tuve que abrir yo, porque este no atinaba con la llave -.-

-         Oye, y porque te has ido de la disco? ¿Y Eli? ¿Y los demás? – parecía que se había calmado un poco, al haberse echado agua en la cara, siguiendo mi consejo.


-         Y YO QUE SE! Eli y yo hemos discutido porque soy un puto imbécil que no sabe lo que es tener novia y que siempre la caga, y que, esta es ya la segunda vez, que si lo del hospital, que si tal que si cual… Todo acabará mal, lo estoy viendo venir… Ahora entiendes porque he decidido salir de allí o tampoco?!

Genial, se había quedado tostado tirado en la cama y aún con la ropa puesta, ya hasta los borrachos pasaban de mí. OKAY ._.  

--------------------------------------------------------------------------------

(Narra Violet)

Pasaron algunos días, por lo que tuvimos que dejar a los chicos en California y volver a Londres, ya era mucho morro lo de estar allí tanto tiempo.

En el avión Eli nos contó sus problemas con Niall y, vamos, que no estaba muy bien la cosa que se dijera. Comentaba que se sentía vacía, nada la llenaba, estaba cansada de todo, y que Niall no hacía que todo eso cambiase, al menos de momento. Según ella habían pasado grandes momentos juntos, pero eso era antes, ahora estaban prácticamente todos los días discutiendo y es que llegaba a la conclusión de que no estaban hechos el uno para el otro.

Como es natural, nosotras nos quedamos a cuadros con todas aquellas conclusiones… ¿Cómo podría alguien discutir con Niall con lo adorable que era? No siempre una pareja debía tener los mismos gustos o ser parecidos, sin embargo, en este caso era diferente. Eli era una persona aventurera, salvaje, liberal, realista, feliz, loca, entre otras muchas cosas, y Niall… Niall era NIALL una persona única, alegre, risueña, adorable, soñadora…, digamos que más o menos, opuesto a Eli. También, nosotras le aconsejamos que se pensara bien las cosas y que no le rompiera el corazón. Ella lo meditaría.


(Narra Eli)

Ay! HOGAR DULCE HOGAR! Daniela y yo tiramos las maletas en medio de la habitación y nos tiramos a plancha en la cama, el viaje se había hecho largo y bastante pesado y eso que me gustaba a mí viajar en avión pero…
Daniela rompió el silencio que se apoderaba de la habitación como siempre solía hacer.

-        Tía, ¿estás bien? – me miraba fijamente a los ojos.

-        No lo sé – dije con la cabeza gacha.

-        Cielo, tú sabes que Niall es un chico estupendo, bueno, atento y te quiere, no debes tener dudas de vuestra relación.

-        Lo sé, pero es que siento que esta relación no avanza y me frustra esta situación porque él lo es todo y le quiero. Aún así sigo sintiendo que algo no funciona entre nosotros.

-        Mmm… ¿A qué te refieres? – Daniela me cogió la mano y la apretó fuerte dándome confianza.

-        Pues… no sé… A ver tía, por ejemplo… una cosa, esto no quiero que se lo cuentes a nadie de acuerdo? Quizá te parezca una gilipollez pero me ha dejado pensativa.

-        Cuenta, no diré nada – me prometió.

-        El otro día, uno de los de la barra de la discoteca a la que fuimos me invitó a irme con él a la playa, tía y no me dejó pagar la bebida. Pero ¿sabes que fue lo peor?

-        ¿El qué? – se mordía las uñas como solía hacer Niall.

-        Pues que casi acepto! Pero luego volví a la realidad y pensé en Niall y lo rechacé.

-        E hiciste bien, pero que muy bien!

-        Sí, pero eso es a lo que me refería de mi relación con Niall, no sé, él no suele tener esos detalles conmigo y no es tan cariñoso. También sé que al tío este le conocí solo de esa vez pero me demostró mucho más que Niall aquella noche. Sinceramente, no tengo ganas ni de llamarle ahora mismo, lo contrario de lo que cualquier novia haría por las noches.

-        Si te digo la verdad, no os vi muy acaramelados el otro día. Te doy la razón. Y no sé tía, tienes que pensar muy bien las cosas, no hagas nada que te haga arrepentirte después – me aconsejaba.

-        ¿Y, si le doy un tiempo? – miraba a mi alrededor pensativa.

En ese mismo instante, mi móvil sonó y sí, era Niall. ¿Qué debía hacer cogérselo o no? Y si era así ¿Qué tenía que decirle? No se me ocurría nada.

-        En serio, ¿No se lo vas a coger? – Daniela se quedó impresionada.

-        No tengo fuerzas para hablar ahora, bajaré a tomar algo de comer – salí de la habitación al mismo tiempo que una lágrima de rabia recorría mi mejilla.


Disimulé ante la multitud de la cafetería fingiendo que estaba bien cuando en realidad lo único que me apetecía era llorar desconsoladamente por no saber qué hacer. Pero había alguien que me conocía lo suficientemente bien como para notar que la expresión de mi rostro era completamente fingida.

-        ELIZABETH!! ¿Qué tal todo por California? Cuánto tiempo sin vernos! Cuánto te he echado de menos! – gritó Rubén dando saltos de alegría que se redujeron en cuanto vio mis ojos - ¿Qué ha pasado? ¿Has estado llorando? – curioseaba.

-        Yo también me alegro de verte – le abracé – y no tienes que preocuparte de verdad.

-        Venga, y si te invito a algo me lo contarás? – eso me hizo sonreír un tanto.

Comimos algo y proseguí a contarle una sinopsis de mi estado y mi primera decisión al respecto que también le confesé a Daniela. Su opinión no me sorprendió en absoluto, pues siempre se limitaba a darme la razón. Sabía que seguía sintiendo algo por mí y aquella tarde no le miré como siempre lo hacía, sino como una persona muy cercana que está a ahí en todo momento. Noté de repente que puso su mano en mi rodilla y que un ataque de nervios inundaba mi interior.


(Narra Liam)


Cayó la noche sobre California o mejor dicho la madrugada y decidí acostarme. Sin embargo, no tendría que haberlo hecho, pensamientos de días pasados y un sueño que no pretendía soñar me persiguió sin dignarse a marcharse.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Chapter 31

Pequeños momentos

(Narra Daniela)

Aiiiis ¿Qué sería? Sentía miles de mariposas haciéndome cosquillas y revoloteando por mi estómago, lo que significaba que tenía los nervios fijos en la tripa, que podrían durar unas cuantas horas como siempre hacen.

¿UN ANILLO? ESO ES! SERÍA UN ANILLO! Daniela piensa un poco con claridad, hija, que no te va a pedir  matrimonio el chico! LOS NERVIOS ME COMÍAN POR DENTRO!

Me sentó en una de las dos sillas que había en la terraza y suponía que él se había acomodado en la otra.

-         Venga ya, ¿Estás temblando? – Harry soltó una risotada.

-         Harry o me das ya lo que me tengas que dar o me quito la banda ahora mismo! – dije.

-         No, no, la banda no te la quites, es muy importante! Dure lo que dure este momento no te la desates, me lo prometes? – Uff si que debía ser importante la cosa.

-         Lo prometo – sonreí.

Hasta después de unos segundos no me había percatado de ese sonido de guitarra que residía en la terraza. Esa melodía que después se fundió con su voz. Grave, melodiosa, sentimental, esa que una y mil veces me había derretido. Era una letra preciosa J https://www.youtube.com/watch?v=AKolTwOyKmg 

Una canción que hubiera quedado más preciosa aún junto a un piano, además de una guitarra, pero me conformaba con tan solo eso. Me dieron unas irresistibles ganas de quitarme la banda de los ojos pero me contuve, y fue mucho mejor no hacerlo porque esa música tan celestial y dulce que salía de la guitarra me trasladaba a otro lugar, donde solo estábamos él y yo. Un sitio únicamente para nosotros, ese era el cielo estrellado.

Nada más que nos alumbraban los destellos de las estrellas, yo caminaba por las nubes sin miedo a caer, ya que, él estaba conmigo mientras cantaba su canción y me cogía fuertemente de la mano.

Escuché el último roce de sus dedos por las cuerdas. Seguí en la misma posición sin quitarme la banda, aunque intuía que Harry estaba esperando a que me deshiciera de ella. La única razón de tenerla puesta fue porque mis ojos se llenaron de lágrimas y me daba corte que me viera llorar cuando su intención era que disfrutara.

-         ¿Prefieres que te la quite yo? – sugirió.

No dije absolutamente nada. Me quedé en shock de repente. Pero noté que se levantó y se puso detrás de mí. Ya sin esa banda americana en los ojos le di un abrazo.

-         Daniela, cielo, no llores. Era una simple canción que compuse para ti.

-         Por eso mismo lloro Harry – por fin pronuncié palabra- esto… esto es muy bonito – dije con voz temblorosa y con las lágrimas cayéndome por las mejillas.

Me secó las lágrimas con la banda y me besó para calmarme.

-         Ya puedes hablar? – sonrió bajando la mirada como un niño vergonzoso.

-         Sí – reí.

-         Dime, qué te ha parecido? – me miró a los ojos, con esa mirada tan irresistible suya.

-         Ha sido perfecta. Nunca había escuchado nada igual – le tomé la mano – gracias por ser tan romántico y cariñoso y por alertarme de no librarme de la banda jaja ha sido genial, en serio. Nadie me había hecho un regalo tan especial como este. ¿Te costó componerla?

-         Un par de semanas, pero sin ninguna ayuda.

-         Vaya! Poco me parece entonces jeje Espera, ¿Sin ninguna ayuda? – subí las cejas.

-         No. Será nuestro pequeño secreto, nuestra canción, nuestro recuerdo. Ahh y toma – me dio un sobre que contenía algo.

-         ¿Qué es?

-         Compruébalo tú misma J

OH DIOS! HARRY ME HABÍA GRABADO LA CANCIÓN EN UN CD *-* Y LE HABÍA ESCRITO *DON’T LET ME GO* CON LETRAS BONITAS EN LA PARTE DELANTERA!

-         Para que nunca te olvides de mí y para que sonrías cada vez que lo veas.

-         Ni por miles de regalos que me dieras me olvidaría de ti – me senté en sus piernas – Harry, esto suena a despedida? – me puse seria.

-         QUÉ? POR SUPUESTO QUE NO! – se alarmó.

-         Vale, gracias por la aclaración J Ahh y gracias por el CD. Te quiero Harry Edward Styles– le dije lo último en español y lo entendió a la perfección.

Aquella noche fue mágica. Nos quedamos en la terraza regalándonos besos, caricias y con el cielo estrellado sobre nosotros.


*El siguiente día por la noche*


(Narra Liam)

Aquella noche llevamos a las chicas a cenar a un restaurante muy bonito y después a una discoteca de lujo, de las mejores de California. Por ello, se pusieron super guapas para la ocasión, aunque la verdad que siempre lo estaban, con cualquier cosa que se pusieran.





El vestido de Violet me dejó completamente boquiabierto, estaba preciosa! Me daba en la nariz que no podríamos dejar de quitarles el ojo de encima o iría uno más listo y las invitaría a bailar en un santiamén.

Intentaba no comerme la cabeza. No quería pensar en ello. Pero era algo imposible. Al fin y al cabo era una cosa que tenía que guardarme para mí, si alguien se enterara me moriría de vergüenza, no era algo propio de mí.

*FLASHBACK*

La busqué por todos lados y no sabía dónde se encontraba. Ahora que lo pensaba, solo podía estar en un sitio. Tenía que despedirme antes de irnos, si no lo hiciera no estaría tranquilo.
Entré en el teatro, un gran salón con el típico telón y cortinas de terciopelo rojas a ambos extremos del escenario.

 Me quedé observándola un rato. Ensayaba en voz alta el papel de Julieta de la Shakespeare con aire pasional y melancólico a la vez. Me dejó fascinado.  Proseguí con una frase de Romeo, siempre me había sabido la obra y era un buen momento para demostrarlo.

-         Vaya! ¿Aún la recuerdas? – dijo Britannie emocionada.

-         Claro! ¿Por quién me tomas? – reí.

-         ¿Y esta sorpresa? – preguntó a la vez que se dirigía al escenario para recoger las hojas que había tiradas.

-         ¿Qué sorpresa? – fruncí el ceño.

-         Me refería a lo de pasarte por aquí y hacerme una visita – comentó desde el escenario a tres metros de mí más o menos – nunca habías venido.

-         Ya, bueno… no era exactamente por eso lo que me ha traído hasta aquí.

-         Entonces a qué has venido? Ya sé! Vas a apuntarte a teatro! – sonrió bajando las escaleras del escenario.

-         Jajaja ganas no me faltan! Verás, Britannie venía a despedirme…

La expresión de su cara comenzaba a cobrar un tinte cada vez más desagradable.

-         ¿Cómo? ¿Qué te vas? – con voz apenas casi audible. Miraba hacia el techo buscando respuestas y sin esperarlo si quiera una lágrima cayó por su rostro.

-         Pero no llores Brit, no me lo hagas más difícil. Nos tenemos ir a California durante un tiempo, un par de meses – se tiró a mis brazos.

-         ¿Y qué voy a hacer ahora? Sin verte… - me miró con los ojos impregnados de lágrimas.

-         Brit no me voy porque quiero, lo hago por trabajo. A mí también me cuesta decirte adiós… - le acaricié la mejilla.

Observó mis labios, juntó los suyos y nos fundimos en un beso.

*FIN DEL FLASHBACK*


Fue algo extraño que hacía tiempo que no me ocurría. No lo decía por el simple hecho del beso, sino por la sensación.

-         Bueno qué, ¿te vas a quedar mirando toda la noche al tío de la barra? – Harry me despertó de mis innumerables pensamientos.

-         ¿Eh? – no le oí por la música tan alta.

-         Digo que si te has pasado a la otra aceraa?

-         ¿Y por qué iba a ser yo gay? Harry a veces te dan unos prontos… me das miedo…

-         Hombre, porque no paras de mirar justo a la barra y el camarero es un tío y encima Violet se ha ido a bailar con las chicas… - se rascaba la cabeza y miraba a otro lado.

-         Harry eres gilipollas tío! Tan solo estaba pensativo y ni siquiera me di cuenta de que tenía la vista centrada en el de la barra – dije eso último imitándole.

-         Y en qué pensabas?

-         Harry, de verdad no tienes otra cosa mejor que hacer que intentar averiguar lo que pienso o dejo de pensar? Será mejor que vaya a la barra… A POR ALGO DE BEBER!

-         Me puedes traer un mojito? J - sonrió dulcemente.

-         Lo siento pero esa cara de niño adorable ya no funciona, al menos conmigo -.-  


(Narra Eli)

WOOOW! Aquella era una de las mejores discotecas que había pisado. Varios DJ con sus respectivas mesas de mezclas cada uno. Había dos barras, una en la parte de arriba y otra en la parte de abajo, que por cierto tenían camareros muy guapos, y no solo en la barra sino también los que estaban sirviendo copas por toda la discoteca.

 Las chicas y yo bailábamos como si la noche fuera interminable y lo mejor de todo era que ponían muchos de los éxitos nuevos que salían en la radio o en mi lista de reproducción del iPod. 

En una de las ocasiones pusieron WMYB en remix y gritamos emocionadas y obligamos a los chicos a que nos la cantaran mientras bailaban con nosotras. Nos reíamos a carcajadas de sus gestos, sus bailes, sus movimientos en la pista. Esto era lo que yo siempre había deseado: SALIR UN DÍA DE FIESTA CON LOS CHICOS! Pero salir de verdad, no solo unas cuantas horas, hasta que amaneciera por lo menos!

Pusieron mi favorita, Don’t You Worry Child de Swedish House Mafia. Entretuve mi vista centrada en Daniela y Harry, que bailaban demasiado pegados y con las manos arriba cantando como locos y besándose, en alguna que otra ocasión.

Zayn y Kate subieron a hablar con uno de los DJ para que a continuación les pusiera una canción lenta de esas de bailar agarrados, según lo que Kate me contó.

Violet enseñaba a Liam a seguir sus pasos y la verdad que no se le daba nada mal. Louis movía la cabeza al ritmo de la música mientras se tomaba algo en la barra.

Y Niall… ERA MÁS SOSO QUE UN JARDÍN SIN FLORES! Tuve que ir a buscarle a donde estaba sentado para que bailara conmigo esa canción que tanto me gustaba.

-         VAMOS VAMOS VAMOS JOO NIALL POR FAVOR! HAZLO POR MÍ! ¿Tienes miedo de bailar mal? ¿Has visto a Harry lo “bien” que baila?

-         Que no Eli, que no es eso… No me apetece, ya hemos bailado antes un montón, estoy cansado…

-         Dirás que YO  - comenté señalándome a mi misma – he estado bailando, tú no te movías casi…

-         No sé, Eli, pero que si quieres bailamos más tarde, prefiero escuchar la música aquí sentado un rato – me dejó claro echándose para atrás en el sofá de cuero.

-         Cómo tú quieras… - me fui de brazos cruzados y con una cara hasta los pies. Odiaba que no fuera tan fiestero como los demás.

Hasta Hazza me agarró antes por la cintura y yo vencí mi cuerpo hacia atrás como si fuéramos bailarines profesionales y después me dio un beso en la mejilla  y yo le concedí otro, a Daniela no le importó en absoluto, se limitó a dar palmas y a reírse.

No me quedaba más opción que irme a la barra más cercana y beber algo para intentar relajar la furia que tenía dentro. El que estaba en la barra me recibió con una sonrisa encantadora.

-         Hola, preciosa ¿Qué te pongo? – me preguntó. Casi se me olvidó lo que iba a decir de lo guapo que era *-*  

Un morenazo de ojos azules, alto, fuerte pero sin pasarse y con una camiseta blanca que se le pegaba a los pectorales y me atrevería a decir que también a la tableta que tenía.

-         Emm… una tónica con limón por favor J

-         Vienes mucho por aquí? Es la primera vez que te veo, en realidad, que veo a una chica tan guapa en el trabajo ;) – ME GUIÑÓ EL OJO! OMG! CREÍA QUE ME MORÍA! Mientras me preparaba la bebida.

-         Hahaha que va, soy española y vivo en Londres.

-         Vaya! Qué buena combinación! – QUÉ SONRISA POR DIOOOOS!

-         Cuánto te debo?

-         ¿Qué me debes tú? Lo de la copa invita la casa J

-         Pero si las demás las he pagado…

-         Eso será porque no te he atendido yo, te invitaría las veces que hicieran falta – apoyó los codos en la barra y me miró fijamente, me sonrojé ante su comentario.

-         No, en serio, no lo puedo aceptar.


-         Mmmm… Vale, creo que lo tengo un poco difícil. Y si te llevo en mi moto a una de las playas más bonitas de California y vemos juntos el amanecer?

jueves, 29 de agosto de 2013

Chapter 30

California time


(Narra Daniela)

I’M IN CALIFORNIA BITCH!! HAHAHA Era algo increíble, si lo de viajar a Londres estuvo bien, esto no se quedaba atrás! Solo permaneceríamos aquí una semana y cuatro días, y milagro que los managers les habían dejado que fuéramos con ellos…

Quizá sonara un tanto gracioso, pero no había compartido habitación con un chico desde que fui al campamento, exactamente hace 6 años y, ahora Harry y yo teníamos una habitación para los dos solitos y con cama de matrimonio!

Lo de estar a su lado por las noches ya no era tanta preocupación como antes, me encantaba dormirme mientras sentía el latido de su corazón en su pecho. Me sentía tan feliz junto a él! Tan cómodamente como una noche de verano en la que estás en el balancín mientras corre una delicada brisa fresca pero agradable J

Estaba escribiendo en mi diario, así que de aquella forma me encontraba yo aquel Martes 2 de Agosto en la terraza con balcón del hotel, yo y mi diario, los dos solos sin más compañía. Harry había bajado a tomar un café y los demás… sinceramente, no tenía ni idea de donde estaban o que hacían.

-         Eii, cielo, ¿qué haces? – Harry me abrazó por detrás. Sumida en mis anotaciones del diario no me había percatado de su presencia.

-         NADAA! NO LO LEAS! – solté en voz alta dando un bote en la silla por el susto. Y me levanté rápidamente con el diario cerrado ocultándolo tras mi espalda.

-         ¿Qué escondes ahí? – me preguntó interesado con una media sonrisa.

-         QUE NO ES NADA! – repetí.

Él intentó arrebatármelo dando vueltas en torno a mí y yo me movía de un lado a otro, corrí por la habitación hasta que me topé con la cama y caí en ella. Acto seguido, Harry se tiró a mi boca y con solo eso solté el diario y le abracé fuertemente.

-         JÁ! LO COGÍ! – se arrastró por la cama y alcanzó mi diario.

-         ERES UN CABRÓN HARRY STYLES! SIEMPRE CONSIGUES LO QUE QUIERES! – vi que lo abrió por una página – NOO POR FAVOR! NO LO MIRES! CIÉRRALO!

-         Vale, vale! Tranquila histérica! – lo soltó y levantó las manos. Después se acercó a mí de nuevo.

-         QUITA! TE ODIO! ERES UN MENTIROSO! – le empujé y salí a la terraza otra vez.

-         ¿Qué te pasa? Te has puesto así solo por un diario?

-         NO! Me he puesto así porque me has utilizado! Me has robado un beso solo para quitármelo?

-         NO! Te he robado un beso porque te quiero y porque estoy siendo muy feliz contigo, como nunca lo he sido con nadie – me apartaba el pelo de la cara y me regaló un dulce beso que duró una eternidad.


(Narra Eli)

Lo mejor de estar en California era UN DÍA DE COMPRAS! Las chicas y yo recorrimos un montón de tiendas, comimos helado, tomamos un granizado y hacíamos el tonto sin que nadie nos parara. LAS MEJORES VACACIONES DE LA HISTORIA Y CON NUESTROS CHICOS! Se podía apreciar a simple vista que todo iba viento en popa en nuestras vidas: amor, salud, felicidad! La regañina que tuve con Niall la semana anterior en Londres cesó por completo, y esperaba que todo fuera mejor entre nosotros de ahora en adelante y que dedicaramos más tiempo el uno al otro.






Después, fuimos de vuelta al hotel, un día de compras siempre resultaba agotador. En cuanto llegamos, nos dirigimos a nuestras habitaciones para descansar, aquella noche cenaríamos en el hotel, no apetecía salir más.


(Narra Louis)

MALDITAS MIGRAÑAS! NO ME DEJAN DORMIR TRANQUILO! Abrí los ojos de par en par observando el techo de la habitación con los brazos cruzados tumbado en la cama. Me había aburrido veces en mi vida pero no creo que tanto como esa tarde! Los chicos me dejaron solo porque se fueron a la reunión con los managers, las chicas de compras, y yo aquí más solo que la una en una silenciosa habitación! 

El dolor era tan fuerte que hasta pensé que la tele, la silla y la pequeña lámpara de la mesilla me clavaban una mirada amenazante… O me tomaba algo para evitar las alucinaciones imaginarias o me tiraba por el balcón porque NO LO SOPORTABA MÁS!

Memoricé si había traído alguna pastilla, pero nada, YO NO ERA DE LLEVARLAS ENCIMA, ERA DE QUE SE ME QUEDARAN EN CASA! Un momento, quizá Harry tuviera alguna pastilla para el dolor de cabeza, es muy previsor para esas cosas… MIERDA! NO TENÍA LA LLAVE! Cerré mi habitación y salí al pasillo con el fin de encontrar una solución a mi problema.

Por suerte, una señora de la limpieza pasaba por ese mismo pasillo. Le pedí por favor que me abriera la habitación 301, mentí al decirle que era mi habitación y que la llave la tenía mi compañero, noté que mi tono no fue muy convincente pero conseguí entrar allí.

Vaya! Con que tenían cama de matrimonio estos dos!

-         Ojalá yo estuviera en su lugar – pensé en voz alta.

Intenté adivinar donde Harry, si es que las tenía, había guardado alguna aspirina. Busqué en su bandolera que estaba colgada en un perchero de madera antiguo, ni rastro de un cartón de pastillas. Seguí indagando por la habitación en esto que una voz me detuvo.

-         LOUIS?! ERES TÚ? – preguntó una voz femenina sorprendida al descubrirme.

-         DANIELA? Emm… - no se me ocurría nada que decir.

-         QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ? OHH, NO Harry no ha cerrado la puerta con llave VERDAD? – bufó.

-         Espera, cálmate …

-         CÓMO? TU CREES QUE ESTÁ BIEN QUE SE HAYA DEJADO LA PUERTA ABIERTA?! HAY FANS POR TODOS LOS LADOS, Y SI PASAN QUÉ HACEMOS? – me interrumpió.

-         DANIELA, ESCÚCHAME!!! – grité más fuerte y conseguí que callara – Gracias. Lo primero, no grites tan fuerte, me duele la cabeza. Y lo segundo, Harry no se ha dejado ninguna puerta abierta.

-         Ahh… menos mal… Pero, sigo sin saber que haces en nuestra habitación abriendo cajones de la mesilla – puso los brazos en jarras. Me levanté del suelo para hablar mejor mirándole a los ojos.

-         Quería saber si Harry tenía alguna aspirina u otra cosa, tengo unas migrañas que no me dejan en paz! Y le pedí a la señora de la limpieza que me abriera, eso es todo.

-         Aiis Lou, lo siento! – su inesperado abrazo me alucinó – Estoy un poco estresada por las compras y no te he permitido hablar, perdóname.

-         No hay nada que perdonar J - le sonreí devolviéndole el abrazo.

-         Has tenido suerte, – rebuscó en su bolso – llevaba un cartón de aspirinas jeje siempre las llevo por si acaso.

-         Muchas gracias, me has salvado J Oye, me acompañas al bar del hotel? Quizá, si me tomo algo a parte de la aspirina me siento mejor.

-         Venga vale! Un enfermo como tú no debería estar solo – reí ante su comentario.

En el bar le invité a una Coca – Cola y yo me tomé un vaso de agua con la pastilla y de aperitivo nos pusieron una ración de patatas fritas con kétchup.

-         Bueno, cuéntame, ¿qué tal todo? – me interesé.

-         ¿A qué te refieres? J

-         Pues a Harry y a ti, que tal lleváis la relación y esas cosas.

Me contó bastantes cosas, como que ya lo habían hecho, que compartían mucho en común, que Harry era muy divertido, que si era perfecto para ella, que si… BLAH BLAH BLAH! QUE ASCO! NUNCA ME VERÍA COMO ALGO MÁS QUE UN AMIGO, NUNCA! MALDITO HARRY! SIEMPRE SE LLEVABA TODO!

-         Lou, ¿estás bien? – dijo al ver que estaba un poco tenso y con aire molesto.

-         Yo? Emm… si claro, estoy mejor! Puedes continuar, si quieres.

PUES NO! NO QUERÍA QUE CONTINUASE CONTÁNDOME ANÉCDOTAS SOBRE ÉL! ESTABA CELOSO SÍ, ¿Y QUÉ PASA? ¿NADIE HA ESTADO CELOSO ALGUNA VEZ? Louis relájate un poquito y disfruta del momento al máximo.

-         Y tú, qué? ¿No tienes a nadie en mente? – me cogió las manos y yo acaricié las suyas.

-         No, qué va. – eres tú joder – Aún no…

-         Venga va! Eso no me lo creo señor Tommo! Con lo guapísimo y divertido que tú eres! – me gustó que dijera eso J

-         Bueno… algo hay… Pero no creo que pase nada… - agaché la cabeza.

-         Qué? Pues claro que pasará – me levantó la barbilla – Aiis que ilusión me da esto! es famosa ?

-         Eso… solo lo será si ella quiere, si algún día llegamos a algo…

-         Ohh que mono eres, apuesto a qué harías lo que fuera por una chica! – me dio un beso en la mejilla.

-         Eso nunca lo dudes! – confirmé.

-         Y vive cerca de ti? Es decir, de vosotros.

-         Más de lo que tú te piensas – le miré directamente a los ojos con una sonrisa.

La acompañé hasta su habitación y nos quedamos un rato hablando en la puerta.

-         Espero que te encuentres mejor, Louis.

-         Sí, la verdad que la pastilla está haciendo su efecto y me han sentado bien las patatas jaja – oí unos pasos que se dirigían a nosotros y al girarme vi que se trataba de Harry -.- , la miré de nuevo y seguí – y nada, que muchas gracias por hacerme compañía – esto último lo dije más alto para que él lo oyera.

-         Hombre, hola! Ya veo que se te ha pasado el dolor de cabeza – dijo Harry con una falsa sonrisa – Hola, amor – se aproximó a Daniela, agarrándola bien fuerte de la cintura, acercándola mucho contra sí y usando un morreo de bastantes segundos como saludo hacia ella y un bye bye para mí. El muy idiota lo hizo aposta!

-         Harry, cielo, casi me dejas sin respiración – dijo mirándole con un toque de vergüenza al estar yo delante.

-         Bueno, ya sabes que a mí me gusta saludarte como te mereces – puso una de sus sonrisas seductoras.

-         Perdona Louis, no me despedido – se disculpó aún roja por la vergüenza y me dio dos besos.


(Narra Harry)

Uiis Louis! No, si Liam iba a llevar razón de que siempre está con Daniela! QUÉ CORRA EL AIRE! Este decía que le dolía la cabeza solo para estar con ella cuando llegaran! JÁ, QUE TE HE CALAO BACALAO! CHH, LO HACÍA EN MI CARA COMO SI FUERA GILIPOLLAS O ALGO… PUES SE IBAN A ACABAR LAS TONTERÍAS! En definitiva, a mi mejor amigo le gustaba mi novia, COJONUDO  -.-

-         Pasamos ya a dentro?

-         No quieres cenar nada? – pregunté.

-         No, no tengo hambre. Lo que tengo es SUEÑO! Hoy nos levantamos pronto… - bostezó.

-         AÚN NO PUEDES DORMIRTE! – chillé interrumpiendo su paso.

-         ¿Cómo? – arqueó una ceja.

Me aproximé hasta ella y le tapé los ojos con una de mis bandas para el pelo, concretamente la americana.

-         Harry, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? – gruñó.


-         Acompáñame, tengo una sorpresa J