martes, 30 de julio de 2013

Chapter 28

Los deseos se cumplen


(Narra Liam)

Harry se allegaba hacia nosotros dirigiéndose a la máquina de café. Fue el causante de que dejáramos la discusión.

-         Por mí podéis seguir con la conversación – pulsó el botón de Cappuccino.

Le observamos de manera desinteresada y no añadimos nada al respecto.

-         De verdad os lo digo chicos, soy una tumba, no quiero molestar… - dijo dando nuevamente al botón para sacar otro café.

-         Pues siento decirte que molestas -.- - le contesté bordemente.

-         Vale, vale… Si es la máquina esta que no va! ¿No ves que tarda un montón?

-         Yo que tú me daría prisa… Apuesto a que Louis no tardará mucho en hablar con Daniela… Les vi muy juntitos en la piscina, ten cuidadito… Nunca se sabe ;) – le lancé una pulla como la copa de un pino para que nos dejara en paz y se fuera de una vez.
Se esfumó con un aire indignado que casi le hizo derramar los cafés.


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(Narra Harry)

Los días pasaron, dos semanas exactamente, fueron las que tardó Zayn en recuperarse y salir del hospital. Aún presentaba algunas magulladuras en la cara y restos de pequeños moratones en la tripa, pero bien por lo demás. Su estado de salud y apariencia física había mejorado muchísimo, donde iba a parar!

Las cosas por casa aún andaban un poco tensas. Niall no nos ponía muy buena cara y salía continuamente sin decirnos donde iba. Aunque cada vez le costaba menos dirigirse a nosotros e iba recuperando la confianza.

La policía seguía investigando el caso de la pelea y el incidente del hospital. Les estaba resultando muy difícil descubrir quienes fueron esos malhechores, pero tarde o temprano lo conseguirían. Nosotros también solíamos darle vueltas al tema y atar algunos cabos sueltos, lo malo era que Zayn no recordaba un ápice de como fue la pelea ni lo que apenas pudo percibir de los rostros de esa gente y ello nos impedía saber más cosas.

Cada vez que pensaba en que la próxima semana tendríamos que volver a trabajar me deprimía… Iríamos a iniciar la preparación de nuestro nuevo álbum “Take Me Home” a los Estados Unidos y eso supondría volver a alejarnos de las chicas, pero esta vez una larga temporada, un mes quizá… De nada serviría protestar o pedir a los managers que lo pospusieran, ya se había atrasado demasiado por lo de Zayn.

Daniela me llamó para quedar aquella tarde. Por lo que me dijo, Eli se había ido con Niall a pasar el día por ahí y que se quedaría en nuestra casa a dormir o algo así. Me pidió que trajera una peli y opté por “Agua para Elefantes” una de las que tenía por casa y que me gustaba mucho. 

Aquella sería una tarde solo y únicamente para nosotros. Hacía tiempo que no estábamos juntos, me refería a que con esto del hospital no habíamos podido tener un tiempo para los dos a solas, hablar de nuestras cosas y en fin, cosas de novios.

Giré la llave y arranqué mi moto en dirección a la academia.

Daniela me recibió con una amplia sonrisa que me hizo recordar el día en que la conocí. Esa expresión risueña y a la vez sorprendida que se plasmó en su cara y se me vino a la mente llevó a Daniela a preguntar en que pensaba  tan sonriente. Le conté el motivo y me concedió un abrazo y beso tierno invitándome a pasar.

Pusimos la peli y la comenzamos a ver en silencio. Noté algo de peso en mi pecho y al fijarme, vi que ella había apoyado la cabeza, arrimé mis labios y besé su pelo. Daniela reaccionó pasando sus dedos por mi pelo, suponía que siempre habría querido tocar mi pelo rizado, a todo el mundo le gustaba ^^

Cambié de postura y le pasé el brazo por detrás rodeando su espalda de modo que ella se posó en mí. Provocó que su mano se entrelazase con la mía, le pedí un beso con la mirada y no dudó en dármelo J

A media película, en la misma situación y sin moverse de donde estaba,  se atrevió a decir:

-         Harry, ¿Sabes lo que me haría mucha ilusión?

-         Adelante – asentí con la cabeza.

-         Que te quedases a dormir conmigo J - al oír sus palabras tragué tanta saliva tan rápido que no pude contener un ataque de tos, Daniela me prestó su botella de agua para que bebiera.

-         Gracias, me estaba ahogando.

-         No hay de que – puso sus labios en mi mejilla.

Continuamos viendo la peli como cuando la empezamos. Pero de nuevo Daniela impidió que oyera la conversación de los protagonistas.

-         ¿Qué me dices entonces? ¿Te gustaría quedarte? – esta vez si me miró, y fijamente, lo que colocó mis nervios en el estómago.

Harry guarda la calma. Tan solo es una pregunta… PERO ES QUE TENÍA SU REFLEXIÓN LA DICHOSA PREGUNTA! En otras ocasiones no me habría ni pensado la respuesta. La indirecta fue más bien una directa.

A ver, pensemos con claridad… Ha dicho que me quedase a dormir, eso no significa que tuviera que ocurrir nada más… Y SI PASABA??!! Tampoco había dejado claro si juntos o separados… Dejamos claro que no iba a sobrepasarme con ella y esperaríamos lo que hiciera falta.

Disimulé antes de girarme totalmente para observar la cama. LAS CAMAS ESTABAN JUNTAS??!! Juraría haberlas visto separadas anteriormente… ¿Las habrían dispuesto así las señoras de la limpieza o fue Daniela quien las colocó? Estaba empezando a rayarme con el tema.

-         Mmmm… No creo que sea buena idea – balbuceé sin que se me entendiera.

-         ¿Qué has dicho? Perdona, quizá tenemos la tele demasiado alta – cogió el mando a distancia y redujo el volumen al 8

-         Quería decir que no estoy seguro… - miré alrededor, no me permití mirarle a los ojos.

-         Quédate porfaa J - me rogó con una sonrisa y con eso bastó para darme por vencido.

-         ¿Puedes subir la tele? – carraspeé – bajaste tanto el volumen que ahora no oigo casi – estaba tenso, demasiado diría yo.

 El problema no era que no me fiara de ella, estaba más que seguro de que Daniela no intentaría nada, no la veía preparada aún. En quien no confiaba era en MI MISMO! Daniela me derretía con cualquier cosa, por mínima que fuese, y eso de dormir juntos en la misma cama… No era precisamente la mejor idea para reprimir mis impulsos de lanzarme a ella y hacerla mía de una vez, de que llegara ese gran momento en nuestra relación.

Sin esperarlo, Daniela giró su cuerpo hacia mí y comenzó a darme besos por el cuello, después por la nuca, otra vez por el cuello. Apoyé los puños sobre el pequeño sofá para irme un poco hacia atrás y sentarme cómoda y adecuadamente. Aquella fue principalmente la causa de que cesara de acariciarme el cuello con sus besos, desgraciadamente el descanso duró unos 10 segundos y después prosiguió y me ponía cada vez más nervioso, más acalorado y más inseguro de mis actos.

-         Daniela… Por qué lo haces? – me atreví a decir al fin.

-         Hacer qué? – dijo con cara de sorpresa imitando que no tenía la menor idea de que estaba hablando. En realidad sabía a qué me refería.

-         Besarme el cuello… - PUFF MOMENTO INCÓMODO!

-         Me apetecía simplemente, era una tentación que tenía ;) Como eres mi novio puedo hacer lo que quiera no? O es que prefieres que te bese otra que no sea yo? – me daba golpecitos en la nariz con el dedo, observándome con los ojos entornados y una mueca burlona.

-         Si otra lo hiciera no creo que sintiese lo mismo… - Joder! Por una vez sentí la misma sensación que tuve cuando canté por primera vez en las audiciones de X Factor, nervios mezclados con estrés a la vez!

-         Y qué sientes? – se mordía el labio. M-A-D-R-E M-Í-A! No sabía si aguantaría mucho más… ESTO ERA DEMASIADO PARA MÍ! La excitación empezaba a apoderarse de mí. Estaba por irme a fuera y respirar tranquilo!

-         Siento unas irresistibles ganas de tumbarte en la cama, besarte, hacerte mía después y no separarme de ti nunca – ALE, YA LO HABÍA SOLTADO! QUE VIVA LA SINCERIDAD! Me arrepentí de haber dicho eso de forma tan directa…

-         Y quién te impide que lo hagas? – un destello salvaje pasó por su mirada.

-         Daniela, estás segura de lo que quieres? – me puse serio.

-         No te atreves? Acaso tienes miedo? – ella sin embargo, seguía su juego apartándome con la mano, levantándose del sofá. Se apresuró hasta la cama, tumbándose boca abajo y haciéndome un gesto de “Ven conmigo” con el dedo.

Me acerqué hacia ella y antes de que me aproximara un poco más; me indicó que cerrara la puerta con llave.

De verdad que Daniela estaba pidiéndome aquello?! QUERÍA ACOSTARSE CONMIGO? Si hubiera sabido que se comportaría de esa forma tan sexy, no me habría molestado en traer una película, sino que habría pasado a la acción sin perder un segundo.

Al introducir la llave en la cerradura, sentí como ella vino delicadamente por detrás recorriéndome con las manos desde los hombros hasta agarrarme el trasero a lo que respondí dando un respingo. Se fue aproximando a mi camiseta azul que desechó poco a poco quitándomela. 

No esperaba que Daniela fuera así de lanzada, pero todo hay que decirlo, me gustaba y mucho.

Me volví hacia ella con una sonrisa adictiva y una mirada centrada en sus labios carnosos. Daniela me cogió las manos conduciéndome hacia la cama y sin darme cuenta me empujó quedándome tumbado boca arriba y ella se puso a cuatro patas encima de mí, besándome cada momento, cada segundo.

-         Lo de tumbarte en la cama fue idea mía – le aclaré guiñándole el ojo.

-         ¿Y qué te parece si la uso? – me devolvió el guiño.

-         Solo te pediré una cosa – le besé el cuello.

-         ¿El qué? – respondió ella.

-         Hazme lo que quieras – le susurré al oído mordiéndole la oreja aunque se intentó resistir.

Tras la pasión incontenida, los besos y las caricias continuas acabamos sin ropa. Separé mis labios de los suyos para asegurarme de que todo iba bien y acto seguido ella me indicó que estaba preparada para lo que acontecería después.

Saboreó mi lengua hasta el punto de morderme el labio por tanta excitación. Le hice el amor lentamente pero con un toque salvaje a la vez. Mientras se movía encima de mí yo le decía en voz baja lo mucho que la quería y ella repetía mi nombre casi gritando como si de una plegaria se tratase. Me di cuenta que Daniela no pudo evitar arañar la pared y dejar marca en ella por tantos impulsos nerviosos que le producía estar así conmigo, aprovechándose de mi cada minuto que pasaba.

Estuvimos horas disfrutándonos el uno del otro y riendo silenciosamente. Ella parecía tan frágil que tenía mucho miedo de hacerle daño, pero me sorprendió mucho que se hubiera comportado de esa manera tan sensual, sexy, que no se asemejaba en absoluto a que fuera una principiante. Y estaba muy orgulloso de haber sido su primera vez.

-         Bueno… ¿Qué te ha parecido? – pregunté respirando entrecortadamente aún.

-         Ha sido fantástico, Harry – dijo tímidamente separándose de mí, tumbándose de lado dándome la espalda.

-         Eii, ¿Por qué no me miras a los ojos? – dije buscando su cara y abrazándola con cuidado, pero no obtuve respuesta alguna - ¿Qué pasa, cielo?

-         Es que tengo vergüenza, Harry… - se arropó más con la sábana hasta ocultarse la cara.

-         ¿Qué? No tienes por qué avergonzarte o sentirte mal, Daniela – dije sonriendo, sabía por experiencia que se comportaría así, solía pasar siendo la primera vez – Esto que hemos hecho es algo muy bonito, algo especial, porque lo sentimos de verdad y nos queremos. Además, sé perfectamente que no me has traído aquí para ver una película, tenías pensado que ocurriría ¿Verdad?

-         Sí…Harry, me atraes demasiado y tarde o temprano tendría que pasar… - ahora se quitó la sábana de la cara y me miró – Pero no quiero que pienses que he sido muy lanzada, ya que, no tenía experiencia en esto… Quiero estar a la altura y no sé si te has sentido cómodo…

-         ¿Bromeas? Has estado genial! No pensé que ibas a estar tan bien, en serio. Creí que tendría que buscarte yo para dar el paso pero al final no pudiste resistirte – una sonrisa triunfal inundó mi boca.

-         Jajaja te alagas mucho tú no? Tampoco te pases… Que no pudiera resistirme a besarte no significa que hayas estado bien en esto… - soltó.

-         ¿Cómo? Entonces, no te ha gustado? He ido demasiado rápido? Te he hecho daño, es eso no? – me preocupé.

-         ¿Crees acaso que si hubieras estado mal la gente se dedicaría a mandarme un mensajitos de este tipo? – me mostró un mensaje de WhatsApp de su móvil que decía lo siguiente: Harry y Daniela, os importaría hacer menos ruido o bajar la voz? Que aquí uno está estudiando y no se concentra! – Rubén.

Se tapó la boca inmediatamente y no paraba de reírse a carcajadas. Qué guapa estaba cuando reía ^^

-         JAJAJAJAJA EN SERIO? NOS HAN ESCUCHADO? JAJAJAJAJA ESTO ES MUY FUERTE! – me entró la risa de golpe a mi también.

-         Y que lo digas! Pero, he gritado tanto?

-         No me acuerdo… pero…ESO PARECE JAJAJAA! – me abrazó mientras seguía riéndose.

Ahora mismo estaba flotando en una nube, me encantó esa sensación, me encantó sentirla a ella J

-         Y a todo esto, ¿De qué es el examen? – me cuestioné interesado.

-         Bueno, lo tenemos el lunes, es un examen importante– musitó.

-         Sí, me lo imagino, pero de qué asignatura es? – volví a preguntar.

-         Es de Educación Física, así que me temo que vas a tener que darme unas clases, porque si no, no podré aprobar el examen ;) – se enredó el dedo en un mechón de pelo.

-         Ahh bueno, y qué tipo de clases tengo que darte?

-         Quizá me vendría bien una clase de natación profesional y me da que tendríamos que empezar ahora :P – me acariciaba la mejilla haciendo círculos con el dedo.

-         Estás sugiriendo que nos bañemos en la piscina ahora? A las 12 de la noche? – me quedé boquiabierto.

-         Sí, tiene algo mejor que hacer usted, señor Styles?

-         Jajaja Daniela, estás loca! – dije llevándome las manos a la cabeza.

-         Sí, LOCA POR TI! – se tiró a morrearme sin dejarme coger aire apenas.

Bajamos a la piscina cubierta sin hacer el mínimo ruido para que no nos descubriesen y cerramos la puerta de cristal con llave, a esas horas estaba prohibido bañarse según Daniela, pero ¿Quién no había hecho una locura de vez en cuando?


(Narra Zayn)

 Había quedado con Kate para comer y decidí que un poco de comida china no estaría mal para darle una sorpresa, y es que a Kate le encantaba ese tipo de comida! Sus padres viajaron mucho con ella a Tailandia, China y otros países asiáticos, por eso le gustaba tanto.

Ya podía moverme por mi solo y decidí bajar al restaurante chino que se encontraba dos calles más abajo de casa. Deseaba aprovechar esos dos días que nos quedaban al máximo para estar con Kate antes de marcharnos a EE.UU. No nos apetecía irnos pero había que volver al trabajo después de las vacaciones!

Yan, que así se llamaba el dueño del restaurante, me conocía ya de hace bastante tiempo y nos llevábamos bien. Mientras le pedí lo que tenía pensado, me preguntó que tal me iba y le conté lo sucedido de las semanas pasadas. No podía creérselo y me observaba con aire preocupado y una mueca de fastidio.


Cuando me despedí de él para salir del establecimiento, no pude dejar de centrar la vista en una persona que no esperaba por nada del mundo encontrarme allí.