jueves, 29 de agosto de 2013

Chapter 30

California time


(Narra Daniela)

I’M IN CALIFORNIA BITCH!! HAHAHA Era algo increíble, si lo de viajar a Londres estuvo bien, esto no se quedaba atrás! Solo permaneceríamos aquí una semana y cuatro días, y milagro que los managers les habían dejado que fuéramos con ellos…

Quizá sonara un tanto gracioso, pero no había compartido habitación con un chico desde que fui al campamento, exactamente hace 6 años y, ahora Harry y yo teníamos una habitación para los dos solitos y con cama de matrimonio!

Lo de estar a su lado por las noches ya no era tanta preocupación como antes, me encantaba dormirme mientras sentía el latido de su corazón en su pecho. Me sentía tan feliz junto a él! Tan cómodamente como una noche de verano en la que estás en el balancín mientras corre una delicada brisa fresca pero agradable J

Estaba escribiendo en mi diario, así que de aquella forma me encontraba yo aquel Martes 2 de Agosto en la terraza con balcón del hotel, yo y mi diario, los dos solos sin más compañía. Harry había bajado a tomar un café y los demás… sinceramente, no tenía ni idea de donde estaban o que hacían.

-         Eii, cielo, ¿qué haces? – Harry me abrazó por detrás. Sumida en mis anotaciones del diario no me había percatado de su presencia.

-         NADAA! NO LO LEAS! – solté en voz alta dando un bote en la silla por el susto. Y me levanté rápidamente con el diario cerrado ocultándolo tras mi espalda.

-         ¿Qué escondes ahí? – me preguntó interesado con una media sonrisa.

-         QUE NO ES NADA! – repetí.

Él intentó arrebatármelo dando vueltas en torno a mí y yo me movía de un lado a otro, corrí por la habitación hasta que me topé con la cama y caí en ella. Acto seguido, Harry se tiró a mi boca y con solo eso solté el diario y le abracé fuertemente.

-         JÁ! LO COGÍ! – se arrastró por la cama y alcanzó mi diario.

-         ERES UN CABRÓN HARRY STYLES! SIEMPRE CONSIGUES LO QUE QUIERES! – vi que lo abrió por una página – NOO POR FAVOR! NO LO MIRES! CIÉRRALO!

-         Vale, vale! Tranquila histérica! – lo soltó y levantó las manos. Después se acercó a mí de nuevo.

-         QUITA! TE ODIO! ERES UN MENTIROSO! – le empujé y salí a la terraza otra vez.

-         ¿Qué te pasa? Te has puesto así solo por un diario?

-         NO! Me he puesto así porque me has utilizado! Me has robado un beso solo para quitármelo?

-         NO! Te he robado un beso porque te quiero y porque estoy siendo muy feliz contigo, como nunca lo he sido con nadie – me apartaba el pelo de la cara y me regaló un dulce beso que duró una eternidad.


(Narra Eli)

Lo mejor de estar en California era UN DÍA DE COMPRAS! Las chicas y yo recorrimos un montón de tiendas, comimos helado, tomamos un granizado y hacíamos el tonto sin que nadie nos parara. LAS MEJORES VACACIONES DE LA HISTORIA Y CON NUESTROS CHICOS! Se podía apreciar a simple vista que todo iba viento en popa en nuestras vidas: amor, salud, felicidad! La regañina que tuve con Niall la semana anterior en Londres cesó por completo, y esperaba que todo fuera mejor entre nosotros de ahora en adelante y que dedicaramos más tiempo el uno al otro.






Después, fuimos de vuelta al hotel, un día de compras siempre resultaba agotador. En cuanto llegamos, nos dirigimos a nuestras habitaciones para descansar, aquella noche cenaríamos en el hotel, no apetecía salir más.


(Narra Louis)

MALDITAS MIGRAÑAS! NO ME DEJAN DORMIR TRANQUILO! Abrí los ojos de par en par observando el techo de la habitación con los brazos cruzados tumbado en la cama. Me había aburrido veces en mi vida pero no creo que tanto como esa tarde! Los chicos me dejaron solo porque se fueron a la reunión con los managers, las chicas de compras, y yo aquí más solo que la una en una silenciosa habitación! 

El dolor era tan fuerte que hasta pensé que la tele, la silla y la pequeña lámpara de la mesilla me clavaban una mirada amenazante… O me tomaba algo para evitar las alucinaciones imaginarias o me tiraba por el balcón porque NO LO SOPORTABA MÁS!

Memoricé si había traído alguna pastilla, pero nada, YO NO ERA DE LLEVARLAS ENCIMA, ERA DE QUE SE ME QUEDARAN EN CASA! Un momento, quizá Harry tuviera alguna pastilla para el dolor de cabeza, es muy previsor para esas cosas… MIERDA! NO TENÍA LA LLAVE! Cerré mi habitación y salí al pasillo con el fin de encontrar una solución a mi problema.

Por suerte, una señora de la limpieza pasaba por ese mismo pasillo. Le pedí por favor que me abriera la habitación 301, mentí al decirle que era mi habitación y que la llave la tenía mi compañero, noté que mi tono no fue muy convincente pero conseguí entrar allí.

Vaya! Con que tenían cama de matrimonio estos dos!

-         Ojalá yo estuviera en su lugar – pensé en voz alta.

Intenté adivinar donde Harry, si es que las tenía, había guardado alguna aspirina. Busqué en su bandolera que estaba colgada en un perchero de madera antiguo, ni rastro de un cartón de pastillas. Seguí indagando por la habitación en esto que una voz me detuvo.

-         LOUIS?! ERES TÚ? – preguntó una voz femenina sorprendida al descubrirme.

-         DANIELA? Emm… - no se me ocurría nada que decir.

-         QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ? OHH, NO Harry no ha cerrado la puerta con llave VERDAD? – bufó.

-         Espera, cálmate …

-         CÓMO? TU CREES QUE ESTÁ BIEN QUE SE HAYA DEJADO LA PUERTA ABIERTA?! HAY FANS POR TODOS LOS LADOS, Y SI PASAN QUÉ HACEMOS? – me interrumpió.

-         DANIELA, ESCÚCHAME!!! – grité más fuerte y conseguí que callara – Gracias. Lo primero, no grites tan fuerte, me duele la cabeza. Y lo segundo, Harry no se ha dejado ninguna puerta abierta.

-         Ahh… menos mal… Pero, sigo sin saber que haces en nuestra habitación abriendo cajones de la mesilla – puso los brazos en jarras. Me levanté del suelo para hablar mejor mirándole a los ojos.

-         Quería saber si Harry tenía alguna aspirina u otra cosa, tengo unas migrañas que no me dejan en paz! Y le pedí a la señora de la limpieza que me abriera, eso es todo.

-         Aiis Lou, lo siento! – su inesperado abrazo me alucinó – Estoy un poco estresada por las compras y no te he permitido hablar, perdóname.

-         No hay nada que perdonar J - le sonreí devolviéndole el abrazo.

-         Has tenido suerte, – rebuscó en su bolso – llevaba un cartón de aspirinas jeje siempre las llevo por si acaso.

-         Muchas gracias, me has salvado J Oye, me acompañas al bar del hotel? Quizá, si me tomo algo a parte de la aspirina me siento mejor.

-         Venga vale! Un enfermo como tú no debería estar solo – reí ante su comentario.

En el bar le invité a una Coca – Cola y yo me tomé un vaso de agua con la pastilla y de aperitivo nos pusieron una ración de patatas fritas con kétchup.

-         Bueno, cuéntame, ¿qué tal todo? – me interesé.

-         ¿A qué te refieres? J

-         Pues a Harry y a ti, que tal lleváis la relación y esas cosas.

Me contó bastantes cosas, como que ya lo habían hecho, que compartían mucho en común, que Harry era muy divertido, que si era perfecto para ella, que si… BLAH BLAH BLAH! QUE ASCO! NUNCA ME VERÍA COMO ALGO MÁS QUE UN AMIGO, NUNCA! MALDITO HARRY! SIEMPRE SE LLEVABA TODO!

-         Lou, ¿estás bien? – dijo al ver que estaba un poco tenso y con aire molesto.

-         Yo? Emm… si claro, estoy mejor! Puedes continuar, si quieres.

PUES NO! NO QUERÍA QUE CONTINUASE CONTÁNDOME ANÉCDOTAS SOBRE ÉL! ESTABA CELOSO SÍ, ¿Y QUÉ PASA? ¿NADIE HA ESTADO CELOSO ALGUNA VEZ? Louis relájate un poquito y disfruta del momento al máximo.

-         Y tú, qué? ¿No tienes a nadie en mente? – me cogió las manos y yo acaricié las suyas.

-         No, qué va. – eres tú joder – Aún no…

-         Venga va! Eso no me lo creo señor Tommo! Con lo guapísimo y divertido que tú eres! – me gustó que dijera eso J

-         Bueno… algo hay… Pero no creo que pase nada… - agaché la cabeza.

-         Qué? Pues claro que pasará – me levantó la barbilla – Aiis que ilusión me da esto! es famosa ?

-         Eso… solo lo será si ella quiere, si algún día llegamos a algo…

-         Ohh que mono eres, apuesto a qué harías lo que fuera por una chica! – me dio un beso en la mejilla.

-         Eso nunca lo dudes! – confirmé.

-         Y vive cerca de ti? Es decir, de vosotros.

-         Más de lo que tú te piensas – le miré directamente a los ojos con una sonrisa.

La acompañé hasta su habitación y nos quedamos un rato hablando en la puerta.

-         Espero que te encuentres mejor, Louis.

-         Sí, la verdad que la pastilla está haciendo su efecto y me han sentado bien las patatas jaja – oí unos pasos que se dirigían a nosotros y al girarme vi que se trataba de Harry -.- , la miré de nuevo y seguí – y nada, que muchas gracias por hacerme compañía – esto último lo dije más alto para que él lo oyera.

-         Hombre, hola! Ya veo que se te ha pasado el dolor de cabeza – dijo Harry con una falsa sonrisa – Hola, amor – se aproximó a Daniela, agarrándola bien fuerte de la cintura, acercándola mucho contra sí y usando un morreo de bastantes segundos como saludo hacia ella y un bye bye para mí. El muy idiota lo hizo aposta!

-         Harry, cielo, casi me dejas sin respiración – dijo mirándole con un toque de vergüenza al estar yo delante.

-         Bueno, ya sabes que a mí me gusta saludarte como te mereces – puso una de sus sonrisas seductoras.

-         Perdona Louis, no me despedido – se disculpó aún roja por la vergüenza y me dio dos besos.


(Narra Harry)

Uiis Louis! No, si Liam iba a llevar razón de que siempre está con Daniela! QUÉ CORRA EL AIRE! Este decía que le dolía la cabeza solo para estar con ella cuando llegaran! JÁ, QUE TE HE CALAO BACALAO! CHH, LO HACÍA EN MI CARA COMO SI FUERA GILIPOLLAS O ALGO… PUES SE IBAN A ACABAR LAS TONTERÍAS! En definitiva, a mi mejor amigo le gustaba mi novia, COJONUDO  -.-

-         Pasamos ya a dentro?

-         No quieres cenar nada? – pregunté.

-         No, no tengo hambre. Lo que tengo es SUEÑO! Hoy nos levantamos pronto… - bostezó.

-         AÚN NO PUEDES DORMIRTE! – chillé interrumpiendo su paso.

-         ¿Cómo? – arqueó una ceja.

Me aproximé hasta ella y le tapé los ojos con una de mis bandas para el pelo, concretamente la americana.

-         Harry, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? – gruñó.


-         Acompáñame, tengo una sorpresa J